jueves, 20 de febrero de 2014

Un Oasis...

Hay algo distinto en el aire.

Me encuentro viajando en el transporte público y comienza a llover. A diferencia del resto de la gente que maldice por lo bajo, yo sonrío. No puedo esperar para bajarme y salir a la lluvia.

Mucho tiempo ha pasado desde la ultima vez que sentí aquel llamado, como si fuera una niña encerrada en su casa durante la siesta y escuchara a sus amigos llamarla para salir a jugar. Sí, parezco una niña otra vez. Apenas puedo contener la risa. un saltito, miro a  los costados y nadie se ha percatado de mí y mucho menos de mi pequeño oasis de felicidad donde acampó mi mente por un tiempo indefinido.

Suena Thing For You en mi mp3 y todos estos sentimientos encuentran su melodía y comparten algunos guiños con la letra.

               

                                                                                                                                J.

domingo, 16 de febrero de 2014

Once Minutos para ustedes…



Como comenté anteriormente, mi intención es compartir con <<espacio en blanco que se llenará, o no, en un futuro, dependiendo de si algún alma misericordiosa me lee>>,  aquellos libros que marcaron una diferencia en mi existencia.
Para iniciar, no podía hacerlo con otro libro que no fuera ONCE MINUTOS, por el maestro de la vida, Paulo Coelho.

 once-minutos imag                 
    Sinopsis: 
   “Había una vez una prostituta llamada María…”
   Como un cuento de hadas para adultos, así comienza
   la novela que conmovió al mundo.





   




Mi alma se hizo mas grande junto con la de María. Lo leí de adolescente y fue la primera obra de Coelho que desentrañé con más ansia de lo que hubiera imaginado posible. Fue el primer libro en hacerme sentir todo aquello que había encadenado al fondo del río, y el primero en darme esperanzas.
Sin haber pasado por las circunstancias de su protagonista, sentía su dolor: esa desesperanza que parece no acabar nunca, el terror por estar tan sola en el mundo, aun rodeada de personas, y el querer enterrarlo bajo una fría capa de indiferencia.
Ya siendo extremadamente dramática, pero sin dejar de ser real, Once Minutos de Paulo Coelho fue el libro que mandó un electroshock a mi corazón y lo sacó de un vacío emocional en el que, lo admito, permití que las circunstancias me colocaran.
Si tienen la ocasión de leer este libro, les espera una experiencia única a cada uno. En su forma, refleja el camino pedregoso que se recorre día a día para descubrirnos a nosotros mismos.
Cuando estamos rodeados de decepciones y desesperanza, esta novela nos brinda una redención en sí misma, y un mensaje que podemos recordar en los momentos difíciles… pero ahora es su turno de descubrir cuál es.

                                                                                                                                  J.

jueves, 13 de febrero de 2014

El amigo perdido en acción…




De repente bailo, me retuerzo, río como descocada. Entonces miro el lugar donde se supone que está mi corazón y pienso en voz alta: “Hace rato que no te sentía por acá, te extrañaba”.


“Lo cierto es que todo es muy raro”, pienso, “voy a intentar sacarle provecho lo mas que pueda porque cuando se va se va por un largo tiempo…”
Hay que entenderlo al pobre, es un poco bastante tímido y quisquilloso. Una vez que lo maltratan cuesta lograr que vuelva a salir a jugar.


Se que a nadie le interesa pero quería inmortalizar este momento, para mí, porque siento que tengo los latidos contados, hablando de sentimientos claro está, porque como dijo un querido amigo: “no hay quien resista tanto”.

                                                                                                                                                                                                                      J.

jueves, 6 de febrero de 2014

Mi Príncipe Azul NO Resultó Ser Un Príncipe


En mi existencia no hay nada de lo que esté segura. Excepto una sola cosa: mi amistad con los libros me salvó de muchos obstáculos, enemigos y realidades dolorosas.


Entre los obstáculos estaba mi ineptitud para relacionarme con los demás a un ritmo relativamente normal. Digamos que para cuando yo admitía que una persona era de confianza, como para ser su amiga, el tiempo se llevaba toda posibilidad, y el maldito se olvidaba de llevarse también los recuerdos. Resultado: Yo, sola con mis remordimientos, pero a la vez acompañada de esa vocecita que me recitaba la eterna letanía del “Por algo será”. Yo, aduciendo un sinnúmero de quizás y tal vez que no hacían más que engañarme con el motivo de protegerme de la realidad: “estás sola porque así lo quieres”.


Los libros me salvaron de mis enemigos, entre los cuales me encontraba yo misma. Y para qué ahondar en esta ultima declaración cuando el párrafo anterior ya les dibuja el panorama de lo que quise decir.


Entre las palabras, los capítulos y las historias me pude lavar la amargura que amenazaba con llevarse la poca luz que quedaba dentro de mí.


Por eso y más voy a dedicar este espacio para compartir mis vivencias entre letras. Publicaré aquellas obras de la literatura contemporánea y clásica en la espera de que también puedan ayudarlos a ustedes como lo hicieron conmigo.


Hasta pronto,

                                                                   J.

Escribir e Indiana Jones, juntos. ¿Quién lo diría?

   
    Saben, escribir no es tan fácil como algunas personas piensan. 

  Abrí este espacio allá en Octubre del 2013 y hasta el día de hoy no he podido plasmar una sola idea. No tengo muy claro qué cambió. Si es que fue mi mente que se soltó un poco, o quizá haya sido algo más simple, como estar escuchando la canción adecuada en el momento adecuado. El asuntó es que está ahí, la idea o la (no tan simple) valentía para escribir.

  Tal vez parezca exagerado hablar de valentía pero para mí el decidirme a escribir es como dar el salto de fe de Indiana Jones en La ultima Cruzada. Entre la manía por querer hacer todo perfecto y el miedo de tener a personas dentro de mi espacio  es un gran paso para mí, que tardó su buen tiempo... pero en fin, aquí vamos.


    Bienvenidos a mi espacio personas que pasen "de casualidad" o no; les advierto que aquí solo se admitirá la honestidad y el ser objetivo ante todo. Me encantaría recibir sus comentarios si es que algo los llama a comunicarse conmigo.

    No soy muy buena para expresarme hablando pero quiero creer que por esta vía podré sacar lo mejor (y hasta lo peor) de mí. 
A soltar la locura se ha dicho, todos.

                                                                                                                                                                                                                    J.